martes, 25 de mayo de 2010

El Cuento de los Dientes Perdidos.

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Bueno, ¿Por qué escribí este cuento?

Por culpa de un cumulo de circunstancias.

1º/ A mi madre le duelen los dientes, está bastante jodida la pobre, y he pensado en escribirle algo para que se ría un poco (no mucho, que no puede juntar las mandíbulas)


2º/Llevo un tiempo con ganas de escribir algo sobre los personajes de Falsas Apariencias. Y estaba bastante complicado... Marcos y Ruth son los protas de “Cuando la memoria olvida”, Dani es el prota de otro relato que no puedo colgar hasta que vea que pasa con “Cuando la memoria olvida”, Pili y Javi son pareja, están felices y comen perdices, la familia de Alex ya es bastante rara ella solita sin que yo me meta (más) por medio... ¿Quién quedaba? Sip, la familia de Luka. Su papi, al que cuando lo creé, ya me lo busqué algo singular... ¿Por qué no continuar a partir de ahí?

3º/ Desde siempre me ha gustado escribir sobre lo cosas que a primera vista son comunes y normales, pero que si lo pensamos detenidamente, pueden contar una historia muy interesante. He escrito sobre coches, bicicletas, gatos, hojas... me gusta dotar de vida a lo que no la tiene. Me parece un ejercicio estupendo para la imaginación y me lo paso pipa. Luego lo borro, claro (no quiero que penséis que estoy más loca de lo que realmente estoy) pero en este caso he hecho una excepción.

4º/ Estoy escribiendo el libro de Ariel y Darío, y aunque Ariel también se las trae, ahora estoy con unos capis un poco más serios, y me apetecía gamberrear un poco...

Por tanto, todo se ha conjugado para este relatillo disparatado.

Va para ti, mamá. A ver si te pones buena y nos vamos a comer por ahí que hoy te he echado muchísimo de menos!!!

Como siempre, mención especial a mi hermano Pepe. Tío, te he dicho alguna vez que te quiero muchísimo???